Carta de las Farc a la senadora Piedad Córdoba
Como un servicio a nuestros lectores, a continuación transcribimos el texto completo de una misiva firmada por el comandante guerrillero Iván Márquez, la cual está fechada del 31 de octubre de 2007 desde las montañas de Colombia:
Montañas de Colombia, octubre 31 de 2007
Senadora
Senadora
PIEDAD CÓRDOBA
Bogotá
Apreciada Senadora
Apreciada Senadora
De su extraordinaria gestión en los Estados Unidos a favor del canje humanitario y de su entrevista con los guerrilleros de las FARC, Sonia y Simón, prisioneros en ese país, ha trascendido especialmente la generosidad y nobleza de espíritu de los insurgentes bolivarianos, que han exteriorizado –según su testimonio- estar dispuestos a hacerse a un lado si su situación particular se constituye en obstáculo insalvable para el canje de prisioneros.
Cómo impacta esta actitud de almas sublimes, y cómo contrasta el altruismo y ese sentimiento profundo de humanidad con la mezquindad del Presidente Uribe que, alucinado en su inamovible intransigencia, cree que un instante de humanidad puede significarle una derrota a la locura de su guerra o un serio revés a su anti popular política de seguridad inversionista.
Sólo se está pidiendo despejar de tropas oficiales a Pradera y Florida por 45 días, como garantía para que los voceros insurgentes puedan convenir con el gobierno, sin sobresaltos, los términos del acuerdo humanitario y su concreción, lo cual es comprensible si se tiene en cuenta que las FARC son un movimiento alzado en armas que no ha firmado la paz con el Estado.
El “pacificador” Pablo Morillo, no tuvo reparo en pactar con el Libertador en Santa Ana una tregua y un tratado de regulación de la guerra.
Simón y Sonia pueden estar seguros que las FARC no los dejarán solos, encadenados en una prisión de un país extranjero. Los juicios que se les siguen en las cortes de los Estados Unidos han devenido en estruendoso fracaso, porque contra ellos no hay pruebas, sino mentiras. Su extradición fue un acto de perfidia de Uribe.
Ellos dos, Senadora Córdoba, necesariamente deben hacer parte del grupo de guerrilleros liberados en un eventual acuerdo de canje, así como deberán estar entre los liberados por las FARC los tres norteamericanos capturados en el sur de Colombia mientras desarrollaban labores de inteligencia de combate.
Finalmente, y en relación con las pruebas de supervivencia de los tres ciudadanos estadounidenses, solicitadas por el propio Simón Trinidad, puedo anticiparle, estimada senadora, que nuestro Comandante en Jefe Manuel Marulanda Vélez ha impartido ya la orden de hacerle llegar al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, las pruebas de supervivencia o fe de vida, no sólo de los tres norteamericanos, sino de Ingrid Betancur y otros prisioneros, siempre y cuando esta acción no implique riesgo para sus vidas.
Reciba mi cordial saludo de compatriota. (firmado)
Iván MárquezIntegrante del Secretariado de las FARC-EP
Cómo impacta esta actitud de almas sublimes, y cómo contrasta el altruismo y ese sentimiento profundo de humanidad con la mezquindad del Presidente Uribe que, alucinado en su inamovible intransigencia, cree que un instante de humanidad puede significarle una derrota a la locura de su guerra o un serio revés a su anti popular política de seguridad inversionista.
Sólo se está pidiendo despejar de tropas oficiales a Pradera y Florida por 45 días, como garantía para que los voceros insurgentes puedan convenir con el gobierno, sin sobresaltos, los términos del acuerdo humanitario y su concreción, lo cual es comprensible si se tiene en cuenta que las FARC son un movimiento alzado en armas que no ha firmado la paz con el Estado.
El “pacificador” Pablo Morillo, no tuvo reparo en pactar con el Libertador en Santa Ana una tregua y un tratado de regulación de la guerra.
Simón y Sonia pueden estar seguros que las FARC no los dejarán solos, encadenados en una prisión de un país extranjero. Los juicios que se les siguen en las cortes de los Estados Unidos han devenido en estruendoso fracaso, porque contra ellos no hay pruebas, sino mentiras. Su extradición fue un acto de perfidia de Uribe.
Ellos dos, Senadora Córdoba, necesariamente deben hacer parte del grupo de guerrilleros liberados en un eventual acuerdo de canje, así como deberán estar entre los liberados por las FARC los tres norteamericanos capturados en el sur de Colombia mientras desarrollaban labores de inteligencia de combate.
Finalmente, y en relación con las pruebas de supervivencia de los tres ciudadanos estadounidenses, solicitadas por el propio Simón Trinidad, puedo anticiparle, estimada senadora, que nuestro Comandante en Jefe Manuel Marulanda Vélez ha impartido ya la orden de hacerle llegar al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, las pruebas de supervivencia o fe de vida, no sólo de los tres norteamericanos, sino de Ingrid Betancur y otros prisioneros, siempre y cuando esta acción no implique riesgo para sus vidas.
Reciba mi cordial saludo de compatriota. (firmado)
Iván MárquezIntegrante del Secretariado de las FARC-EP