Terror militar en Corinto (Cauca) y oriente antioqueño
Campesinos e indígenas acusan al Ejército de golpearlos, robarlos, intimidarlos y de utilizar sus viviendas como trincheras
Por Camilo Raigozo. VOZ
La Red Defensora de los Derechos Humanos Francisco Isaías Cifuentes, denunció ante la opinión pública nacional e internacional, las arbitrariedades y abusos que está cometiendo el Ejército contra las comunidades campesinas e indígenas que pueblan la región del corregimiento de El Jagual, municipio de Corinto, Cauca.
Según las denuncias de las comunidades, el pasado 26 de octubre, hicieron presencia en la zona tropas del Batallón de Ingenieros Agustín Codazzi, Batallón de Infantería y de otros batallones y fuerzas especiales adscritos a la Tercera Brigada. Dichos militares patrullan y cometen los atropellos, sin portar ningún tipo de distintivos o insignias con que los lugareños puedan identificarlos.
Entre las denuncias recibidas por la ONG contra las tropas, es que estas obligan a los residentes a abastecerlas con víveres y granos que tienen que comprar en los sitios de abastecimiento y transportar estas remesas hasta los campamentos militares. Muchos campesinos se niegan a acatar el abuso, entre ellos la familia Canás, por lo que a las siete de la mañana del pasado 5 de noviembre, un grupo de soldados arribó a su casa ubicada en el corregimiento Jagual.
En el sitio se encontraban Rosalía Peteche, quién se encuentra en sus últimos días de embarazo, sus dos hijos menores de 10 años y su esposo Ceferino Canás. Los militares procedieron a robarles el mercado, cobijas, ollas, platos, cucharas, 10 gallinas, 20 huevos y setecientos cincuenta mil pesos que la familia había ahorrado durante varios años. Así mismo, dice la denuncia, destruyeron la casa y todo lo que encontraron a su paso.
Cuando Ceferino Canás inquirió a las tropas del porqué le hacían esto a su familia, la respuesta que encontró fue contundente: incineraron lo poco que les quedaba, la ropa. La interposición de Rosalía impidió la golpiza que se disponían a propinarle al campesino por exigir el respeto a sus derechos.
Posteriormente los uniformados hicieron presencia en el hogar de Raúl Muñoz, donde se encontraba el campesino Ilvanover Moreno, a quién emprendieron a golpes y patadas hasta casi matarlo. Lo señalaron de ser guerrillero, lo amenazaron y le exigieron que tenía que abandonar el lugar lo antes posible. Luego violentaron la casa, dañaron las prensas de hacer queso, se comieron el queso que había para la venta, se comieron siete gallinas, dañaron el televisor, tumbaron la ramada donde guardaban aperos, leña, medicinas para el ganado y finalmente se comieron una res.
También golpearon a Jairo Trochez y a otro campesino, con la excusa de que eran guerrilleros. Al momento de abandonar esa finca para proseguir su camino de terror en otras, los militares les advirtieron a sus víctimas: “Cuando nosotros salgamos de esta zona, van a llegar las Auc”. Varias familias han tenido que desplazarse dejando todo abandonado, dando cumplimiento así a uno de los objetivos de la política de la “seguridad democrática”.
Oriente de Antioquia
Mientras tanto en la vereda Buenos Aires en el municipio de San Luis, zona del oriente de Antioquia, más de 100 personas tuvieron que salir desplazadas por los atropellos del Ejército Nacional.
Para citar uno de los múltiples abusos cometidos por las tropas, fue lo que le sucedió a una de las familias residentes en dicha vereda, a donde, según los campesinos, el pasado 21 de noviembre llegaron tres soldados de civil y pidieron comida y otros favores, a lo que la familia accedió a satisfacerlos.
Al día siguiente, los mismos militares esta vez ya uniformados, volvieron a donde la familia que los había atendido y los golpearon y amenazaron dizque por ser auxiliadores de la guerrilla. “Así como nos atendieron ayer a nosotros, así mismo atenderán a la guerrilla”, les dijeron entre otras increpaciones. Por las ignominias una de las familias se vio obligada a buscar refugio en Medellín, mientras que las otras permanecían en el casco urbano de San Luis.
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