miércoles, agosto 29, 2007

Crisis humanitaria en el sur de Nariño

Al menos 1.600 refugiados han pasado la frontera con Ecuador. El vecino país solicitó ayuda internacional ante la avalancha de expatriados colombianos que huyen de las agresiones del Ejército, los paramilitares y la violenta erradicación de coca
Por Camilo Raigozo. VOZ

“No quisimos esperar a que entraran a erradicar las matas de coca. Nos dio miedo. Las otras veces que ingresó el Ejército hubo maltratos y con niños de por medio no podemos esperar a que algo ocurriera”, le dijo un padre de dos niños que llegó también con su esposa a San Lorenzo, estado de Esmeraldas en el lado ecuatoriano.

Las personas afectadas en su mayoría ancianos, niños y mujeres, tuvieron que abandonarlo todo en los caseríos Mata Plátano, Puerto Rico, Mata Palo, Los Vientos, Mataje Alto y Las Balsas, corregimiento Llorente, municipio de Tumaco (Nariño).

Hasta el fin de semana anterior, unos 1.600 desplazados habían logrado arribar a San Lorenzo, una deprimida población ecuatoriana, en busca de protección para sus vidas, pero se esperaba la llegada de al menos otras 400 personas, que también huían de los atropellos del Ejército colombiano, de las fumigaciones con glifosato y de la violencia contra los labriegos emanada de la Fuerza Pública en la erradicación manual de los cultivos ilícitos.

Quienes llegaron huyendo a San Lorenzo rechazaron la política de erradicación de cultivos ilícitos del presidente Álvaro Uribe, pues, aseguran, atenta contra sus vidas. "El Ejército sabe que la mayoría de cultivos ha sido fumigada" y que las tropas "entraron por la necedad del presidente Álvaro Uribe, quien dice que tiene que acabar con todo, inclusive con los campesinos, porque para él somos objetivo militar como los guerrilleros", le manifestaron los campesinos a los medios que se hicieron presentes allí.

Contaron que desde hace mucho tiempo, han tenido que sembrar coca para poder sobrevivir con sus familias. “Con cualquier otro cultivo nos morimos de hambre y también nuestros hijos”, dijeron. "Es una necesidad a la que nos vemos obligados, pero el gobierno colombiano no entiende eso y nos erradica sin darnos asistencia técnica para cultivar otra cosa", señaló uno de los campesinos asentado en San Lorenzo a los medios.

El Gobierno del vecino país se vio en la necesidad de pedirle ayuda a la comunidad internacional y al propio gobierno colombiano para solventar las demandas de los más de mil campesinos cocaleros que desde el miércoles 22 de agosto llegaron a territorio ecuatoriano con sus familias temiendo las represiones del Ejército, durante las operaciones de erradicación de los cultivos de coca.

Gustavo Samaniego, alcalde de San Lorenzo, le dijo a los medios que “la situación es muy delicada por la falta de recursos y empeorará si la situación se prolonga por más de una semana”. También se quejó de que ninguna autoridad de la Embajada colombiana se haya interesado por la situación de sus compatriotas.

Por su parte Luis Sztorch, jefe de la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (Acnur) en Nariño y Putumayo, dijo que “lamentablemente por la erradicación, a los campesinos no se les ofrece ninguna alternativa. Los dejan en una disyuntiva y no tienen que comer, por eso se presenta el éxodo”. Adicionalmente afirmó que entre los desplazados hay miembros de la comunidad indígena Awa.

Por la magnitud de la crisis humanitaria desatada se formó una comisión de ayuda en la que participan varias instituciones nacionales y extranjeras, como la Acnur, la Defensoría Regional del Pueblo, la Pastoral Social, la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes) y representantes de la Zona de Fronteras y de la Secretaría de Gobierno del departamento de Nariño. Mientras tanto el presidente Uribe evadió su responsabilidad culpando, como siempre, a la guerrilla de las Farc. Foto diario El Comercio de Quito


 
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