sábado, agosto 18, 2007

Los otros gastos de la Casa de Nariño
Cobijas, planchas y zapatos... de compras con el presupuesto nacional
El Nuevo Siglo

Mes y medio después de que el Gobierno anunciara un recorte del gasto público por $1,1 billones, se conoció el Plan de Compras de 2006 de Palacio, en el cual se relacionan las ‘curiosas’ adquisiciones de la vivienda del Presidente

Entre los gastos del Gobierno Nacional no sólo están los temas relacionados con la guerra, los viáticos de sus funcionarios o las ayudas humanitarias para los países vecinos que sufren de alguna calamidad generada por la madre tierra.

Por estos días, se conoció el consolidado del Plan de Compras 2006 de la Casa de Nariño, en el cual se registran otros gastos en los que se invierte el presupuesto nacional y, que muchas veces, son desconocidos para la opinión pública en general.

Según el documento revelado por el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, el total general de gastos tuvo un monto total de mil 707 millones 346 mil 402 pesos.

Este valor incluye compras necesarias para el buen funcionamiento administrativo de cualquier oficina, ya sea privada o pública, como la adquisición de 12 carpetas en lino blancas, cuyo costo unitario fue de $15.834 ($190.008 en total), y un teléfono Avantel que sumó $179.007 más al gasto general de 2006.

Pero, de otro lado, en el reporte se relaciona la compra de seis cortinas para la Casa Privada del Palacio, las cuales tuvieron un costo por unidad de $2.567.833 que, en total, sumaron $15.407.000.

Algunas personas consultadas por este Diario, de aquellas que han llamado gente de a pie, coincidieron en afirmar que este tipo de compras “rayan en lo suntuoso”, en la medida que en el país hay un índice muy elevado de poblaciones que viven en condiciones de extrema pobreza y a quienes ese dinero “les hubiese resultado más útil”.

De igual forma, se registran gastos como la adquisición de un colchón para cama doble que tuvo un costo de $1.766.100, el cual, según fuentes cercanas a la Casa de Nariño, era necesario para “el buen dormir” de los residentes del Palacio.

como un colchón sin cobijas podría cuasar problemas de salud para quienes lo utilicen, las cobijas son un utensilio cuya adquisición era necesaria para evitar el frío y que también se incluyó en el Plan de Gastos.

En este sentido, se compraron dos cobijas en lana para cama doble por un total de $178.315, más 10 cobijas en lana para cama semidoble cuyo valor unitario fue de $80.144. Todo con el fin de que los habitantes y visitantes que se queden a dormir en la Casa de Nariño no sientan los embates del frío viento capitalino de las madrugadas.

Además, debido a que Bogotá es considerada la ‘nevera de Colombia’ y las fuertes olas invernales también han dejado su huella en el clima de la ciudad, el Departamento Administrativo de la Presidencia pensó en todos estos factores y, para que los residentes sintieran más ‘calorcito’ al dormir, autorizó la compra de seis cubrelechos -$618.450 por unidad- que sumaron en total $3.710.700.

El recorte del Gobierno

No obstante, en el mes de julio del presente año el Gobierno nacional anunció un recorte del gasto público de apenas $1,1 billones que, entre otras cosas, es una cifra que está por debajo de los 1,5 billones de pesos que en su momento recomendó la Comisión Independiente del Gasto Público.

La polémica se desató, en su momento, porque la preocupación de los analistas locales se presentaba en que, con el anuncio del Presidente, se verían afectados programas sociales y planes de desarrollo de infraestructura que requiere con urgencia el país, de cara a la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC).

El Presidente de la República explicó, en aquella época, que se evaluó el hacer un recorte mayor pero no hubo espacio. “Queríamos llegar a billón y medio. Por ahora vemos posible un billón 100 mil millones, para contribuir a la salud fiscal de la Nación”, precisó.

Sin embargo, y a pesar de la preocupación de los analistas económicos, el ‘tijerazo’ se sintió en varios sectores, tanto sociales como gubernamentales, pero en ningún momento se tocó el presupuesto asignado para la Casa de Nariño.

En este orden de ideas, el visto bueno del Gobierno para los gastos de Palacio también se veía venir con algunas compras que se consolidaron en el documento revelado a principios de esta semana.

Fuentes cercanas a Palacio señalaron que la compra de cuatro planchas Black and Decker -$52.395 cada una- y dos más de marca Samurai -$52.395 por unidad-, que en total se necesitaron para su compra $314.370, tiene su causa en los múltiples trajes y camisas que ocupan por completo el armario del señor Presidente.

Igualmente, como los vestidos sin calzado no se usan -claro, no todos son para el Mandatario-, la Casa de Nariño adquirió 189 pares de zapatos para hombre que sumaron un gasto total de $17.725.554.

Pero las mujeres también están entre las prioridades de Palacio. Para las damas de la Casa de Nariño se compraron 99 pares de zapatos -$78.750 por par-, lo cuales ayudaron a sumar $7.796.250 más a los otros gastos de la sede de Gobierno.

Y como a todo buen paisa le gusta el ‘aguardientico’, en Palacio autorizaron la compra de 12 botellas de aguardiente Antioqueño -$14.500 unidad-, en las que se invirtieron en total $174.000. Tal vez, según analistas y personas de a pie, uno de los pocos gastos que se podría considerar como “racional”.

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