Bancoterroristas despojan viviendas324.000 personas están atrasadas en el pago del crédito hipotecario y podrían ser desalojadas de sus viviendas
Por Indymedia
El lunes 3 de septiembre 30 adultos y 10 niños resistieron el ataque de dos centenares de policías del Esmad que pretendían dejar sin casa a Modesto Salcedo y a su familia, en el barrio El Encanto de Bogotá. Modesto recibió un crédito por 65 millones y hoy debe 80 millones de pesos, a pesar de que ya ha pagado 115 millones. ¿Cómo es posible que que a medida que uno paga la deuda sume en lugar de restar?
Los bancos abonan las cuotas como pago de intereses y por años el monto adeudado no sólo no varía sino que genera nuevos intereses. para completar, si una familia se ve alcanzada y cree que ya no podrá pagar esa deuda inflable y decide vender la casa, el banco no acepta que al comprador se le transfiera la deuda tal y como está, con los abonos a intereses, sino que le hace un crédito nuevo, con lo que el calvario del pago de intereses vuelve a comenzar, por lo que casi nadie acepta comprar, pues o el vendedor pierde parte de lo que pagó o el comprador paga doble: con semejantes reglas, el embargo, desalojo y remate quedan como única alternativa.
El artículo 51 de la Constitución no vale nada: "Todos los colombianos tenemos derecho a una vivienda digna", pero los bancos imponen en el estado leyes que impiden que este derecho sea efectivo: si la clase media no puede pagar, menos los pobres, por lo que la vivienda social es la cenicienta de cualquier auge de la construcción y la ceniza de las crisis.
Y si en Colombia llueve, en Estados Unidos no escampa: analistas preven que el índice de ejecuciones hipotecarias en Estados Unidos está alcanzando cifras nunca vistas desde la Gran Depresión.; el año pasado se presentaron 1,2 millones de ejecuciones hipotecarias y este año se preve que la cifra superará los dos millones. Cuando los derechos fundamentales se someten a los negociantes, dejan de existir.
El derecho a la vivienda está aplastado por la ganancia capitalista, pero además este sistema baila del esplendor de los especuladores de las hipotecas, urbanizaciones y constructoras, a las bancarrotas como la que ya ocurrió en Colombia con el Upac, cuando los bancos no tenían a quien vender la cantidad de viviendas que embargaron y la que ahora amenaza con la Uvr o como la espantosa de la Gran Depresión en 1929 y la que ya comenzó en Estados Unidos por la codicia y demencia de Wall Street.
Si 200E smad no pudieron doblegar a 37 personas decididas a defender lo único que tienen, ¿cuántos Esmadnecesitarán los bancoterroristas para quitarle la casa a 324 mil amenazados por ellos, si esos 324 mil se unen? ¿Y Bush cuántos policías deberá movilizar para quitarle la casa a 2 millones de familias?
Si a eso se le agrega el desastre que en los fondos de pensiones y de cesantías está causando la caída de las Bolsas de Valores, con el consiguiente efecto contra los jubilados y desempleados potenciales, ¿cuántos más se podrán unir para evitar ser asaltados y despojados por los grandes de las finanzas? Cuando la bancarrota se generalice, la unidad del pueblo sería la que podría desalojar a los banqueros y a sus gobiernos. Foto El Tiempo
