martes, septiembre 04, 2007

La iglesia no puede guardar silencio frente a todas estas alianzas políticas abominables.
Nunca antes en Barrancabermeja una persona había sido capaz de reunir a tantos delincuentes en una sola candidatura
Alfonso Eljach Manrique parece haber sobrepasado los límites que hasta hace poco nadie hubiera podido imaginar.
Por: Jaime Prieto Amaya. Obispo Diócesis de Barrancabermeja*

Hace ya un tiempo le solicité a mis asesores en el departamento de comunicaciones de la Diócesis, que me informarán acerca de la candidatura del joven abogado Alfonso Eljach Manrique, que según muchos es el gran favorito en las encuestas para ocupar el cargo de Alcalde Municipal de Barrancabermeja a partir del primero de enero de 2008.

A los pocos días, cuando recibí el informe, mi tristeza como pastor de la iglesia no pudo haber sido peor, al observar el desgarrador mosaico de las muy controvertidas adhesiones que acompañan a este candidato, que una vez más demuestran que la corrupción, dolorosamente, ha acompañado la historia de Barrancabermeja, pero que en nuestros días ha alcanzado tales extremos, que los antivalores derivados de su significado etimológico: descomponer, depravar, dañar, viciar, pervertir, sobornar y cohechar, no parecen suficientes para describir plenamente este cáncer de la sociedad, convertidose en una anticultura generalizada que ya se ha ido apoderando de nuestros jóvenes y cuyos valores son inversamente proporcionales a la Doctrina Social de la Iglesia.

Me informaron mis asesores que la candidatura del joven abogado Eljach descansa sobre un "trípode" en el que sirven de base los 3 más altos y reconocidos heliotropos de la politiquería en Barrancabermeja:

Elkin David Bueno Altahona, primo hermano por la linea materna del candidato Eljach, ocupó dos veces la Alcaldía de la ciudad; en sus 6 años de gobierno dejó como balance 3 Secretarios de Hacienda presos y condenados por corrupción (Jorge Núñez, Rafael Armenteros y Ricardo Zequea), 2 Tesoreros tambien condenados (Yul Abril Quiñonez y Juan Carlos Carvajal Torres) y un Secretario de Salud y varios de sus más inmediatos colaboradores en las mismas condicones.

Del gobierno de Elkin Bueno, dicen mis asesores, solo quedan recuerdos de abuso de poder, tráfico de influencias, contratación de funcionarios y empleados públicos no calificados, nepotismo, "vacunas" obligatorias en la contratación pública, datos falsificados, autorización de proyectos sin financiamiento, robo de impuestos, demora en el pago de cuentas en la tesorería, despilfarro de recursos del Estado en actos personales y familiares y complicidad privada con la corrupción pública, siendo el ya legendario "Cartel del Condón" uno de los episodios corruptos más recordados de su nefasta administración.

Hoy, por cuenta de sus errores, Elkin se encuentra inhabilitado para aspirar a un cargo público y pretende reencaucharse con su primo Alfonso Eljach Manrique.

Julio César Ardila Torres, aunque solo ocupó la Alcaldía de Barrancabermeja por 30 meses (2 años y medio), dejó en su tristemente célebre paso por la Alcaldía el asesinato del comunicador Emeterio Rivas Rivas por cuenta de los grupos paramilitares que operan en la zona y con los que llegó a contratar con recursos del Municipio importantes obras en la Meseta de San Rafael que nunca se hicieron porque sencillamente se robaba la plata.

Pruebas técnicas y testimoniales en poder de la Fiscalía General de la Nación demuestran que el ex-alcalde de Barrancabermeja, Julio César Ardila estaría vinculado al asesinato del periodista José Emeterio Rivas, ocurrido el 6 de abril de 2003.

Con un bajo perfil y en el mas absoluto silencio, mantiene en la campaña del doctor Eljach a todo su "establishment" cuyos miembros pretenden seguir dilapidando los recursos del Municipio de Barrancabermeja.

Hoy, aunque es prófugo de la justicia, mantiene desde la clandestinidad su apoyo al candidato Alfonso Eljach Manrique.

De Julio César Ardila, dicen mis asesores, se sabe que en la actualidad mantiene mas de 35 procesos entre judiciales y disciplinarios en la Fiscalía y en la Procuraduría, pesando sobre él una inhabilidad de mas de 15 años para ocupar cargos públicos en todo el territorio nacional.

Ardila, para ocupar la Alcaldía de Barrancabermeja, se valió hace ya varios años, de un slogan que insinuaba, supuestamente, "acabar con la corrupción", lo que a la postre resultó ser una burla para la comunidad del puerto petrolero.

Entre sus "ratas" mas cercanas se encuentran Fabio Pajón Lizcano, Roger Sanabria Mejía, Camilo Devia Pérez y Juan Pablo Ariza Castañeda, todos hoy respaldando a Alfonso Eljach Manrique.

Gabriel Galvis Molina, considerado por la opinión pública de Barrancabermeja como el "gran maestro de maestros" en materia de corrupción, actualmente inhabilitado de por vida para aspirar y ocupar cargos públicos por cuenta de una sentencia condenatoria de un Juez de la República como consecuencia derivada de sus actuaciones en el conocido "Documento de Claridades".

"El Gordo Gálvis", como se le conoce en el mundo de la politiquería porteña, utiliza actualmente de mampara a su hija Sandra quien le sigue patrocinando sus abominables alianzas políticas.

Frente a este panorama político sucio, desolador y abominable la comunidad cristiana no puede guardar silencio, porque al hacerlo se convertiría en cómplice de una atrocidad que inevitablemente terminará acabando con los recursos del Municipio de Barrancabermeja.

Dolorosamente debo advertir que el testimonio de vida personal de estos 4 siniestros personajes (Eljach, Bueno Altahona, Ardila Torres y Galvis Molina), nunca han respetado el patrimonio del Estado.
El ambiente de corrupción generalizada en Barrancabermeja, cuya raíz más profunda está en la naturaleza humana, caída bajo el peso de la culpa original, nos hace ver la urgencia de retornar los supremos valores morales y religiosos.

Del corazón del hombre, dice Jesús, proceden los malos deseos, asesinatos como el de Emeterio Rivas, inmoralidad sexual, robos, mentiras, chismes. (Mateo. 15,19)

Cristo condena la corrupción de los fariseos y proclama en el Sermón de la Montaña las Bienaventuranzas, compendio de los valores opuestos a la corrupción, como son: la verdad, transparencia, justicia, paz, misericordia.

Foto: Las protestas sociales no han logrado limpiar a Barrancabermeja de la corrupción narco-para-uribista.

*La responsabilidad de la nota es exclusiva de su autor


 
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