Su causa comienza a internacionalizarse
Mi partido político es el acuerdo humanitario: Moncayo
Tras confirmar que el Parlamento Europeo lo invitó a realizar una caminata entre Bruselas y París, reiteró que no tiene ninguna filiación política como lo han señalado sus detractores
Por Daniel Valero. El Nuevo Siglo
Al tiempo que salió al paso de sus críticos al indicar que su lucha humanitaria no tiene ninguna filiación política, el profesor Gustavo Moncayo precisó que si logra concretar un viaje a los estados Unidos iría allí primero antes que a Europa para explicar la urgente necesidad de que en Colombia se realice un intercambio de secuestrados por guerrilleros presos.
En diálogo con El Nuevo Siglo, el ‘caminante de la paz’ no escondió la tristeza por la ausencia de su hijo Pablo Emilio, secuestrado hace 10 años por las Farc, y entre lágrimas explicó que a pesar de los ‘coqueteos’ políticos que le han hecho en su carpa, ubicada en la Plaza de Bolívar en Bogotá, su único partido político es el acuerdo humanitario.
El Nuevo Siglo: ¿Por qué reinicia su caminata, precisamente hacia el Huila, a partir del próximo domingo?
Gustavo Moncayo: Hay una iniciativa del gobernador del Huila quién está dispuesto a dejar un territorio libre como zona de encuentro, que podría ser Algeciras.
En eso están de acuerdo varias personas para que allí sea el escenario en el que se reúnan el Gobierno y las Farc, ya que es un lugar alternativo a Florida y Pradera (Valle).Lo importante es dar iniciativas para destrabar todo este proceso.
Tendríamos que mirar si eso lo acepta el Gobierno y las Farc, y cómo nos podemos rodear de la comunidad internacional y cómo nos podemos reunir con la sociedad civil.
Lo otro que continuaremos haciendo es recolectando firmas que apoyen el acuerdo humanitario, eso sigue su marcha en universidades, alcaldías, municipios y demás, con lo que buscamos recolectar la mayor cantidad de firmas, para presentar la propuesta.
Esto es porque el acuerdo humanitario lo necesitamos ya, no da espera.
No podemos dejar que nuestros seres queridos sigan muriendo tristemente, a raíz de un capricho de ambas partes porque no se pueden poner de acuerdo si hay o no zona de despeje.
E.N.S.: ¿Ya tiene propuestas concretas de salir del país para continuar con su lucha humanitaria?
G.M.: Hay necesidad de internacionalizar el conflicto. Pienso que hay necesidad del acompañamiento, por ejemplo, de Estados Unidos. En ese país nacieron tres personas que en este momento están secuestradas por las Farc.
No entiendo por qué a ellos hay que dejarlos de lado. Tienen que estar dentro del proceso. Francia tiene lo de Ingrid Betancourt, por eso su acompañamiento es fundamental.
Pero con ellos hay otros países de la Comunidad Europea, el G8, Naciones Unidas. Pienso que todas esas alternativas que ayuden a fortalecer el proceso deben ser bienvenidas.
Hay una invitación concreta para hacer un recorrido entre Bruselas (Bélgica) y Paris (Francia).
Entonces, estoy coordinando a qué sitio puedo viajar primero, si para Europa o para Estados Unidos.
Para Europa, toca darle un poco de espacio porque los congresistas del Parlamento se reúnen a partir de septiembre, pero ya es confirmado.
Así, habría una posibilidad de viajar primero a Estados Unidos para hablar, tal vez, con los demócratas y los familiares de los tres norteamericanos secuestrados, y gestionar la manera de que en ese país se gestionen movimientos similares al nuestro.
E.N.S.: Algunos de sus críticos afirman que usted se ha dejado llevar por los ‘coqueteos’ de diferentes partidos políticos. ¿Su lucha tiene una filiación política?
G.M.: No. Pienso que aquí hay un enorme error de apreciación porque, en primer lugar, no estoy abanderado por ningún partido político. Tengo 41 asesores, lo cuales eran en un principio 54, que son muy firmes y me están asesorando día y noche, y mañana (hoy) los voy a dar a conocer.
Esto lo hago para que el pueblo colombiano sepa quiénes son mis asesores, cuál es el supuesto partido político que me está patrocinando y salgan de todas sus dudas, para que no creen falsas expectativas.
He sido muy vertical en mi posición y sí llegan de todas partes, pero nunca han abanderado mi carpa ni mi lucha por el acuerdo humanitario. Realmente mi partido político es el acuerdo humanitario.
Es que si el Presidente, para echarme un discurso, cuenta con 44 asesores que le están permanentemente escribiendo los discursos, a mí también hay quien me asesore.
E.N.S.: El ex ministro Fernando Londoño dice que usted utiliza su causa para “destilar veneno marxista”. ¿Qué tan cierta es esa afirmación?
G.M.: Por eso quiero dar mañana a conocer a mis asesores.
Quiero invitar al señor Londoño y demás detractores de mi causa, al igual que al pueblo colombiano que me apoya, para que escuchen de mis labios la verdad y no se sigan inventando comentarios.
Yo no he venido a hacer campaña política de ninguna clase. Soy un profesor convencido de mi profesión y mi orgullo es mi familia, incluido Pablo Emilio. Eso me enorgullece sobremanera.
El que cada uno tenga sus apreciaciones a priori, es porque desconoce que el maestro de la vida no es de hoy, viene desde hace 10 años luchando. En ningún momento tengo inclinaciones políticas.
La persona que desconoce mi vida y se pone a decir que soy comunista, es mejor que se pongan a hacer otra cosa. No deben ser destructivos. Partí de una base de pobreza y así busco alcanzar mis objetivos.
E.N.S.: ¿Qué pasaría con su lucha humanitaria si se llegara a enterar de que su hijo Pablo Emilio ya está muerto?
G.M.: Ya llegaron pruebas de supervivencia de Pablo Emilio, en donde con otros diez compañeros le envían un mensaje al Presidente. La guerrilla sabe que yo estoy luchando y, tal vez, él sea pieza clave en todo este proceso. Sin embargo, no sabría que hacer exactamente, porque después de luchar diez años por su liberación, eso (una noticia de su fallecimiento) se convertiría en mi muerte.